martes, 26 de mayo de 2009

marco histórico

Desde hace algunos años, sobre todo en las ciudades de la República Mexicana, podemos encontrar jóvenes (y no tanto) vestidos de forma diferente y estrafalaria, que se conducen de manera no convencional en casi todos los aspectos de su vida. Son grupos que no están de acuerdo con la manera tradicional de comportarse, pensar y ser: son las tribus urbanas.
Para comprender estos grupos, primero, debemos entender los conceptos en los que se basan para organizarse, así como la historia que acarrean. El término contracultura fue acuñado en la época de la posguerra en Estados Unidos y surgió como una rebeldía contra los llamados "hombres estables: patriotas ultraconservadores mayores de 35 años, cuya mentalidad de los "Hombres Estables" (patriotas ultraconservadores) contrastaba -muchas veces de forma violenta con los movimientos contraculturales, tales como el movimiento hippie.
La historia en México.
Al principio de la década de los 70, en México, se dio la primera muestra generalizada de la contracultura: el concierto de Avándaro. La noche del sábado 11 de Septiembre de 1971, en Valle de Bravo, localizado a dos horas en automóvil de la ciudad de México; sobresale como la noche más espectacular en la historia del rock mexicano. Diversas bandas de rock tocaron en un festival al aire libre, frente a una audiencia conformada por más de 100,000 personas. Entre los músicos participantes podemos mencionar a los, Dug Dug´s, a Peace and love, El ritual y a Three souls in my mind (actualmente el TRI de México), quienes llenaron el escenario con esta "música para locos" como diría Alex Lora. El concierto fue censurado y las autoridades reprimieron a los miles de jóvenes asistentes: la atmósfera era todavía muy tensa tras la masacre de Tlatelolco en 1968 y el "halconazo" (nueva masacre estudiantil en la ciudad de México), en el mismo año del concierto de Avándaro.
Desde entonces los movimientos contraculturales se refugiaron en las orillas de la ciudad de México. Los músicos de este momento tomaron como "cuarteles generales" los llamados "hoyos funki", que eran lugares muy pequeños, con muy pocas medidas de seguridad y en donde la libertad era absoluta.
Tiempo después, cubierto el mercado musical por rock and roll ligero, las influencias de las contraculturas extranjeras empezaban a crecer en los medios underground (subterráneos en inglés), como los mencionados hoyos funki y los antros en los que se llamó en ese entonces "el cinturón del vicio", que era la zona de tolerancia para los jóvenes en las afueras del distrito federal.
En la década de los 70, el punk y el hip-hop fueron la bandera de los jóvenes rebeldes y radicales. El Pop Art demostró que todo podía convertirse en arte, siempre y cuando estuviera en las manos apropiadas "desde lat as de conserva hasta cajas de embalaje". El punk llegó más lejos. Su premisa en el campo artístico es: "todo es arte lo haga quien lo haga, y no sólo lo realizado por la elite que quería vender el Pop". A partir de la revolución punk, las colecciones de libros de arte incluyen recopilaciones de anuncios publicitarios, y escenarios para conciertos. Hoy en día se generaliza el sentimiento de que sí bien unas obras son más válidas que otras: todo es arte.
Para los años 90, las tendencias cambiaban y empieza la oleada new gothic todas sus ramificaciones.

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